Europa

En el centro el Arco de Tito A encontrar el camino para llegar al “Vittoriano”. A veces agradezco este despiste que tengo en cuanto a la orientación, soy tan poco “orientada” que esto me obliga a improvisar y manejarme más con la intuición que otra cosa y si a veces demoro más , casi siempre funciona. Veo el Vittoriano desde el la parte alta del  Foro, ya llegué al Arco de Tito, sólo tenemos que descubrir dónde está el pasaje para llegar. El mismo  es una especie de escalera escondida que según lo que se percibe nos conectará con alguna especie de rellano para llegar a esa avenida en donde esta el Vittoriano. Lo que encuentro después de tanto escalón es una hermosísima plaza de una geometría singular en el piso que conozco, pero que no me esperaba ver en este preciso momento, de esta manera, y que fuera tan hermosa. La huella de Miguel Ángel (sí, que también diseño plazas y pensó ciudades) la Plaza del Campidoglio, tengo que estar en esa geometría, de mis fotos mas preciadas. 

Ahora que me doy cuenta lo que caminamos ese día y fue todo disfrute. Si estábamos cansados no nos dimos cuenta. Entramos en el Vittoriano y desde allí nos fuimos caminando hasta la Fontana di Trevi y desde allí al Panteón y desde allí a Piaza Navona. La Fontana de Trevi. Aparece teatralmente cuando menos lo esperas, no puedes imaginar que al fin de esas estrechas callecitas aparecerá tremenda estructura. Todos estamos acá, todos quedamos contemplando su belleza, todos queremos tirar nuestra moneda, sacarnos la foto y todos colaboramos para que haya un lugarcito para todos. Tengo que verla de noche. Recorriendo estas callecitas, siguiendo las flechas que nos llevaran al Panteón encuentro mi perfecto souvenir: tapones corchos muy coloridos, ideales para mis botellas, ahora mi limoncello será coronado por auténticas tapas romanas….y además cuestan solo un euro, tengo para todo los coloreees. El Panteón. No tan famoso quizás como el Coliseo es parte importante de la p

Hoy comenzamos por el Coliseo, no se puede describir la emoción que me produjo descubrirlo. Pero al pisar el suelo bajando del bus, e intentar acercarnos la ola de guías, pseudo guías, vendedores y demás nos abrumó. Sé que es necesario entrar con alguien que nos descubra el lugar,  las audioguías no son para mi, pero realmente ahoga, todos dicen estar acreditados, todos dicen que los otros no lo están, todos nos confunden con argentinos. …Por fin organizamos la situación, nos quedamos con dos muchachas que compartirán el recorrido, su español es muy fluido, y al comenzar el itinerario nos damos cuenta que no nos equivocamos, escucharlas es empezar a disfrutar. Il Colosso  Como describir lo que me produce entrar a este tipo de lugares, el sólo pensar que estas estructuras estuvieron aquí desde hace casi 2000 años, me da cuenta de cuantas generaciones y acontecimientos se dieron cita en este lugar antes de que un “mero” turista como yo toque con emoción estas paredes. Se me agolp